domingo, 20 de octubre de 2013

El baúl está abierto y yo no usé la llave.

 
 
 
 
Este fin de semana ha sido un tanto anormal, he tenido una cantidad un tanto grosera de tiempo libre, lo malo de eso es que cuando te escondes en tu trabajo para no pensar, el tiempo libre incomoda y este fin de semana fue una verdadera piedra en el zapato.
 
Todo comenzó con un mal sueño, imágenes inconexas que no logro recordar del todo, pero que me despertaron un par de veces a pesar de estar tomando una medicina para conciliar el sueño...en fin, ese mal sueño no me dejó tranquila durante toda la noche. Al amanecer, el sueño me abandonó del todo, el frío era palpable, aun estaba un tanto oscuro y se me vinieron a la mente el rostro de mis ex parejas, hace rato que no pensaba en ellas, repasé la historia de cada una de ellas, fue raro, nunca pienso en ellas de esa forma, no repaso sus historias, bueno, a excepción de la mujer que me rompió el corazón, pero esa es otra historia que uno de estos días y a riesgo de que me mate si la descubre en internet la contaré, (también la repasé al amanecer), me volví a dormir, pero con una extraña sensación.
 
Al despertar nuevamente ya era muy tarde, una amiga canceló su visita, otra semana más sin vernos, en la tarde otra vez los remedios, ya me tienen un tanto aburrida, a dormir nuevamente...y bueno, otra vez aparecieron ellas, como fantasmas que se apoderan de mis sueños y aun no logro entender por qué me visitan si yo no las extraño, porque hace rato que dejé de extrañarlas, a la mayoría las recuerdo con cariño, a una de ellas la olvidé por completo, es casi una anécdota y otra es un constante ir y venir que me obliga a no pensarla porque aun me duele, de una u otra forma todas ya están en el baúl de los recuerdos, que por una extraña razón, anoche se abrió sin que tuviera necesidad de usar la llave.
 

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