En pleno carrete me dieron ganas de escribir...no sé si esto está muy fome o es el momento justo para dar rienda suelta a mi imaginación realista...Claro, no puedo negar que me acaban de dar un motivo más que importante para detenerme a pensar en un desastre...
Estaba muy tranquila sentada en el sillón de mi amigo Ernesto, cuando se acercó Pilar, me gusta ella, tiene esa sonrisa que hace que uno se encante de inmediato, claro, el gusto es platónico, una vez que inicia la conversación recuerdo el por qué de la perdida de su encanto...en realidad ella es insoportable. No puedo negar que esta chica me desagrada porque la juzgo, es imposible que no lo haga y esta noche no hizo ningún esfuerzo para evitar que se produjera en mí esa sensación de incomodidad que se mezcla con las ganas irrefrenables de pararme, tomar mis cosas e irme...aunque también me provoca esas ganas de tirarle un par de verdades, pero cuando pienso que en realidad el enojo no es con ella sino que por lo que me recuerda, es que respiro profundo, la escucho atenta y en la mitad de la conversación me voy a otro planeta...please!!!! que alguien se apiade de mí y me salve de esta tortura de la conversación. Hasta ahora que releo, me doy cuenta que no he dicho nada...esto seguro es efecto de la cerveza que me empujó a conseguirme el notebook, detenerme de mi diversión y entregarme a la palabra.
Pilar me desagrada porque sé que ella engaña a su polola y esto me revuelve el estómago...Yaaa, sé que me van a decir y a ti qué te importa...y la verdad no tengo una explicación, será que es porque a mi me engañaron...puede ser, a la larga todos arrastramos a cuesta nuestras experiencias. Hoy se me acercó, me preguntó cómo estaba, mis monosílabos jamás le han intimidado, al contrario, tiende a buscar esa conversación que preferiría le fuera esquiva. Solo de pesada que soy le pregunto por Macarena, su polola, sé que hoy no anda con ella, sé que la chica de polera verde al otro lado de la sala es su acompañante de esta noche, sé que Macarena está en su casa, sé que Macarena nuevamente no se va a enterar de nada...hace rato que entendimos que no nos vamos a involucrar de ninguna manera, ya tuvimos la conversación y el resultado fue nefasto. Algo tuve que hacer que mi amigo Ernesto se acercó y en un acto de piedad absoluta me sacó del sillón para invitarme a conocer su nueva adquisición...un bello Saxo, su propio regalo de navidad...le agradecí con la mirada mi rescate, más no lo comenté...
Recordé que hoy en la mañana al llegar a mi trabajo, me encontré con Mónica, una compañera que quiero harto, hemos sido bien amigas y la noté extraña...anoche su novio se fue de su departamento, le dijo que no la ama...que conoció a otra mujer y que ya no hay vuelta atrás...Le pedí a Monica que se fuera a casa, yo le cubría el día...todos creen que se enfermó...y saben, en realidad si está enferma, del alma y ese dolor por Dios!!!...le va costar sanar.
Por la cresta!!!!... me da rabia que da igual la vereda por la que transite, siempre me encuentro con este tipo de historias...ella engaña a la mujer que le dice Te amo, él se va con otra y no es capaz de decirlo en el momento en que dolía menos, siempre eligen el momento en que todo duele el doble...una termina la relación porque no la puede ver como su novia, y la chica que se enamora de la novia del hermano y sufre en silencio...no sé, que miedo el amor...Pero...(suspiro)...Hoy le dije a a una amiga en nuestra visita que ya es tradición..."Sandrita, el amor es como la vida, sabemos que al nacer no nos queda de otra que morir, sabemos que al iniciar una relación amorosa, quizá no nos queda de otra que terminarla con dolor...pero hace rato que me dejé de preocupar de los inicios y de los finales, a mi lo que me importa es la fase del medio...esa que tanto se disfruta...
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