Hace rato que no escribo sobre el tema que se supone más iba a escribir y era sobre dar rienda suelta a la lesbiana que llevo dentro, pero lo que no tuve en consideración era que es imposible desdoblarme, como si existiera una yo y una yo lesbiana que vive en mi interior, si al final soy una sola, pero si tengo claro es que algunas veces a mi se me olvida que soy lesbiana...
Una vez, le dije esa última frase a una chica que recién estaba conociendo, "A mi a veces se me olvida que soy lesbiana"...y ufff, rayos que nos dimos vuelta en esa conversación y yo lo que quería explicar era que no sé, para mi es tan natural, tan de mi día a día que no me lo cuestiono, tampoco lo vivo a través de actos premeditados, no me manifiesto en mi forma de vestir o en como me corto el pelo, simplemente YO SOY ASÍ, sin más, no tiene que ver con que sea lesbiana y a la vez tiene todo que ver. Me acuerdo que le comentaba que yo antes de asumirme no me despertaba con la conciencia de ser heterosexual e imagino que ahora que me asumí homosexual tampoco me debería pasar, para mi es tan normal mirar a una chica linda en la calle, o elegir mi ropa solo por el placer que me provoca sentirme cómoda con ella, que no alcanzo a dimensionarlo como un acto político, esa fue una buena frase que una vez me dijeron, "cada uno de tus actos como mujer y lesbiana, es un acto político"...creo que aun no entiendo del todo esa frase.
En estas últimas semanas he estado bastante enferma, de hecho llevo 15 días en cama, no ha sido muy divertido, pero me ha dado tiempo para pensar en muchas cosas y he llegado a una conclusión, soy una mujer de contradicciones profundas, por un lado descubrí que tengo un discurso muy armado con respecto a quien soy y que lo puedo repetir como un buen soliloquio, pero que en realidad estoy en un continuo proceso de construcción de mi personalidad, claramente no soy ni la sombra de la niña de diez, pero soy bastante diferente a la mujer de veinte años que entró a la universidad, ni hablar de parecerme a la chica que besó a una mujer por primera vez hace ya muchos años, pero tampoco me parezco mucho a la mujer que hace dos años atrás le partieron el corazón, tanto que hasta hoy a veces esa herida duele y que me niego a reconocer con facilidad, tampoco soy la mujer que se enamoró fugazmente de una lesbo-feminista que me mostró un mundo que yo no conocía y que me regaló el descubrir una faceta diferente a la que yo podía ver al mirarme al espejo, tampoco soy aquella que el día de su cumpleaños espero muchas horas a la mujer con la que vivía y que le rompió la ilusión de un bello día al no llegar, tampoco soy la que se sintió enamorada de una gótica que rompía sus esquemas, así como tampoco soy la que le rompió las reglas a una cuadrada estudiante de derecho, en fin, cada etapa de mi vida me ha ayudado a formar una personalidad que insisto, aun está en proceso de construcción y que pasa de un extremo a otro, pero también tengo muy claro que hay una esencia que sobrevive a cada etapa de mi vida, eso que me hace ser yo en cada momento, que sí logro reconocer y a ratos, si miran bien, se transmite a través de mis ojos.
Soy lesbiana, pero eso no me define como persona, eso es simplemente uno de los tantos elementos que complementan y se conjuga dando origen a mi ser. Me gusta que se me olvide que soy lesbiana, ya que antes que cualquier cosa, soy persona, soy mujer, soy yo.
Imagen desde: http://www.sabiduriadelaluz.org/2010/04/yo-soy-paz-eterna.html