En estos últimos días no he podido quedar ajena a la fiebre del fútbol, situación que se da básicamente por tres elementos, el primero, soy futbolera desde la médula, me encanta verlo, jugarlo, aunque lo hago pésimo y cada vez que puedo lo comento ya que mi padre me enseñó a verlo, disfrutarlo y entenderlo, segundo, los medios de comunicación se volcaron hacia esa lucecita y como polillas se acercan y nos acercan hasta que literalmente nos quemamos en ella...efectivamente nos quemamos, ya que por hablar de fútbol, dejamos de hablar de cosas importantes y el tercero es simple, no me puedo resistir ni al primero ni al segundo, no vivo en una burbuja que me separe de la realidad y como hace rato además asumí que las realidades son creadas por nuestras circunstancias, hoy me rindo al fútbol...
Es divertido pensar que una de las primeras señales con que nos marcan a nosotras las lesbianas es que nos gusta jugar a la pelota...si juegas fútbol seguro eres "lela"...y la verdad más de la mitad de mis amigas lesbianas no les gusta el fútbol, no lo entienden y menos jugarían con una pelota, si no dan una en la cancha, pero así también puedo decir que no conozco a ninguna mujer, hetero o lesbiana que si de pequeñas nos gusta perseguir una pelotita y le damos con los pies, se decía que algo raro pasaba con nosotras y nuestras madres en lugar de incentivarnos a practicar un deporte nos reprendían con el clásico..."las señoritas no hacen esas cosas"..."es juego de niños"...etc...Una soberana tontera...
El fútbol no da penas y alegrías, en mí caso, por ahora me está dando más penas ya que veo como los medios de comunicación han silenciado casi por completo el tema de los profesores, los casos de corrupción que involucran al gobierno y a la oposición y que el histórico día en que EE.UU proclamó el matrimonio homosexual como un derecho a través de un dictamen de la Corte Suprema, siento que por este país semejante noticia pasó sin pena ni gloria, así como tampoco la opinión pública se ha manifestado por las muertes en los atentados terroristas de los últimos días, tampoco estamos hablando de los nortinos que aún la están pasando mal y quien sabe cuanta cosa más de la que no estoy enterada o simplemente omito porque la lista es demasiado larga y segura estoy que ustedes saben, pero que mañana en lugar de comentarlas en su trabajo hablarán del triunfo de Chile frente a Perú. Bueno, yo los puedo invitar a que si vamos a hablar del partido, podríamos estar comentando sobre lo irrespetuosos que podemos ser frente al himno nacional de una nación vecina con la que ya tenemos tantas diferencias y que claramente podríamos tener más puntos de encuentros, me sorprende que siendo parte de la comunidad homosexual que tanto reclama por sus derechos, muchos de mis contactos de facebook más otro tanto de conocidos (todos homosexuales), no han tenido empacho alguno en tratar con insultos a nuestros contrincantes al momento de comentar un partido o una jugada que no nos beneficia, me preocupa lo ciego que nos volvemos frente a un deporte que debería ser el reflejo del trabajo en equipo, de la comunicación efectiva, la entrega desinteresada individual por el beneficio mayor comunitario, etc, en cambio pareciera que nos nace de manera natural hablar a punta de groserías, insultar sin tener ni el más mínimo respeto, nos cegamos ante la posibilidad de un mal arbitraje y desde lo más profundo de nuestro ser nos sale ese grito desgarrador que se sustenta en 4 ó 5 palabras de grueso calibre, si hasta el uso del gentilicio lo utilizamos como un insulto...díganme qué diferencia hay en hacer eso con que a mí o a cualquiera de ustedes en la calle nos insulten por la condición de lesbiana u homosexual, ahí si se aplicaría la ley Zamudio...ahí si es válido...cuando a nosotros nos tratan mal podemos acudir a la ley, pero en la calentura de un partido de fútbol nosotros si podemos insultar???...La verdad yo no lo entiendo...
Espero que mañana cuando comenten en sus trabajos, universidades, colegios, se den el espacio para levantar la voz y poner en la mesa temas que son relevantes para todos nosotros,como por ejemplo el de los profesores en paro...si los profesores son silenciados, los siguientes en serlo seremos nosotros, esa comunidad homosexual que lucha por sus derechos y no hay mayor derecho que hoy en este país esté en peligro de extinción, que el derecho a una educación de calidad que nos proporcione ciudadanos con mentes abiertas al cambio, con sus convicciones a flor de piel, y lo principal, ciudadanos con plena conciencia de sus derechos...ellos son los que están llamados a dar las siguientes luchas ciudadanas, los que asegurarán que nuestros derechos como personas se respeten y que en unos años más el tema homosexual deje de ser tema y simplemente sea una realidad más dentro de una sociedad multicultural...pero si tenemos una masa ignorante, temerosa, silenciosa, tengan por seguro que no solo ellos serán los discriminados, no solo ellos serán los relegados de una sociedad en donde la educación de calidad sea un bien en extinción y a la vez un bien de lujo, ya que la gratuidad no asegura la calidad, las largas jornadas de trabajo no aseguran buenos procesos educativos y los malos sueldos no serán atractivos para aquellos que quieran seguir esta carrera y sus espacios sean ocupados por aquellos que "no les queda de otra"...gente sin pasión por lo que hacen...imaginen el resultado...
Mañana la marraqueta va a ser más rica en el desayuno cuando lean que hoy Chile le ganó a Perú en Copa América, cosa que no puedo negar me alegra y mucho, de todas maneras para mí y muchos otros, mi marraqueta no va a ser tan crujiente si no nos damos cuenta que el pan y circo no nos lleva a ninguna a parte y los primeros en cambiar esa realidad somos nosotros, no basta con desearlo...hay que ser un agente en acción...Así como hay 11 jugadores en cancha que luchan partido a partido por cumplir su sueño, yo también quiero cumplir el mio...
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